La hepatitis C es una infección vírica que causa inflamación del hígado, lo que a veces conduce a un daño hepático grave. El virus de la hepatitis C (VHC) se propaga a través de la sangre contaminada.
Hasta hace poco, el tratamiento de la hepatitis C requería inyecciones semanales y medicamentos orales que muchas personas infectadas por el VHC no podían tomar debido a otros problemas de salud o a efectos secundarios inaceptables.
Eso está cambiando. En la actualidad, el virus de la hepatitis C crónico suele curarse con medicamentos orales que se toman todos los días durante dos a seis meses.
Aún así, cerca de la mitad de las personas con el VHC no saben que están infectadas, principalmente porque no tienen síntomas, los cuales pueden tardar décadas en aparecer.
La infección a largo plazo con el virus de la hepatitis C se conoce como hepatitis C crónica. La hepatitis C crónica suele ser una infección «silenciosa» durante muchos años, hasta que el virus daña el hígado lo suficiente como para causar los signos y síntomas de la enfermedad hepática.
Los signos y síntomas incluyen los siguientes:
La infección por hepatitis C es causada por el virus de la hepatitis C (VHC). La infección se propaga cuando la sangre contaminada con el virus entra en el torrente sanguíneo de una persona no infectada.
A nivel mundial, el VHC existe en varias formas distintas, conocidas como genotipos. Se han identificado siete genotipos distintos del VHC y más de 67 subtipos. El genotipo más común del VHC en los Estados Unidos es el tipo 1.
Aunque la hepatitis C crónica sigue un curso similar independientemente del genotipo del virus infeccioso, las recomendaciones de tratamiento varían en función del genotipo viral.
La infección por el virus de la hepatitis C que continúa durante muchos años puede causar complicaciones importantes, tales como las siguientes:
Fibrosis del hígado (cirrosis). Después de décadas de infección por el virus de la hepatitis C, se puede presentar cirrosis. La cicatrización en el hígado dificulta el funcionamiento del hígado.
Cáncer de hígado. Un pequeño número de personas con infección por el virus de la hepatitis C puede desarrollar cáncer de hígado.
Insuficiencia hepática. La cirrosis avanzada puede hacer que el hígado deje de funcionar.
Protégete de la infección por el virus de la hepatitis C tomando las siguientes precauciones:
Deja de consumir drogas ilegales, particularmente si las inyectas. Si consumes drogas ilegales, busca ayuda.
Ten cuidado con los piercings corporales y tatuajes Si decides hacerte un piercing o un tatuaje, busca una tienda de confianza. Pregunta de antemano cómo se limpia el equipo. Asegúrate de que los empleados usen agujas estériles. Si los empleados no contestan tus preguntas, busca otra tienda.
Mantén relaciones sexuales de manera más segura. No mantengas relaciones sexuales sin protección con varias parejas o con cualquier pareja cuyo estado de salud sea incierto. Puede haber transmisión sexual entre parejas monogámicas, pero el riesgo es bajo.